lunes, 21 de noviembre de 2011

La Ley Electoral y la justicia en las elecciones


Pasó el 20-N y ha ocurrido lo que la mayoría de las encuestas (y el sentimiento generalizado de los ciudadanos) preveían: gran victoria del Partido Popular y hundimiento electoral del Partido Socialista Obrero Español. La crisis se ha llevado por delante, en este caso como una gran ola que sumerge un castillo de arena, al partido en el Gobierno, castigando no solo los resultados más dolorosos de la crisis (cinco millones de desempleados), sino también dos años de negación de la evidencia y de bandazos políticos en los que se ha defendido con el mismo entusiasmo una cosa y su contraria.

No obstante, más allá de eso, me gustaría resaltar en este artículo dos cosas que creo que deben llamar la atención: una es un hecho, la segunda una reflexión. El hecho es el fraccionamiento del Congreso, donde han obtenido representación política once partidos, dos más que en el año 2008, de los que siete, nada menos, van a poder formar Grupo parlamentario propio al haber obtenido cinco o más diputados. Va a ser una legislatura interesante, con muchos y buenos portavoces que van a aportar nuevos puntos de vista y parece que el bipartidismo al que parecíamos abocados desde hace unos años se aleja, por lo menos en los próximos cuatro años.

Es un asunto importante y creo que interesante: a más partidos más democracia, mayor representatividad, más colorido político, más alternativas para los ciudadanos. Pero es precisamente de este tema del que quería hablar: de la representatividad y de la legislación electoral española, que una vez más demuestra sus fallas tras unas elecciones generales. Por supuesto no es mi intención cuestionar los resultados electorales ni la legitimidad de los mismos. Los que han ganado y los que han perdido lo han hecho bajo las mismas reglas y con las mismas oportunidades, por lo tanto es de justicia felicitar a los vencedores. Sin embargo, es bueno que estudiemos detenidamente los resultados y saquemos conclusiones sobre su justicia.

Éstos son los partidos que han obtenido representación en la Cámara baja (y nos podríamos plantear además en algunos casos, por qué estos y no otros):

PP186 10830693 44.62 %
PSOE110 6973880 28.73 %
CiU 16 1014263 4.17 %
IU 11 16808106.92 %
AMAIUR 7 3336281.37 %
UPyD 5 11402424.69 %
PNV 5 3235171.33 %
ERC 3 2563931.05 %
BNG 2 1832790.75 %
CC-NC-PNC 2 1435500.59 %
COMPROMÍS-Q 1 1251500.51 %
FAC 1 991730.4 %
GBAI 1 424110.17 %

Si analizamos individualmente a los partidos vemos que:

- El Partido Popular, que obtiene un porcentaje de votos del 44,6 % de los votos en el ámbito nacional, gana a cambio el 53 % de los representantes parlamentarios, 186. En su caso, le sale muy, pero que muy, rentable el sistema electoral español. Una mayoría simple en porcentaje de votos se convierte en una amplia mayoría absoluta en la realidad de los escaños.

- El Partido Socialista Obrero Español obtiene el 28,73 % de los votos y, a cambio, consigue el 31,4 % de los escaños. En su caso, a pesar de la catástrofe electoral, también sale beneficiado por los números. Podría haber sido peor, pues deberían haberle correspondido unos 98 diputados en vez de los 110 que ha obtenido con las reglas electorales de adjudicación de escaños.

- Convergencia i Unió. Hay que detenerse en este caso. Como sabemos, CiU solo se presenta en Cataluña ya que es un partido nacionalista. En el cómputo global obtiene 4,57 % de los votos nacionales y gana el 4,50 % de los escaños, 16. Curiosamente, es de los partidos que obtiene un representación muy ajustada a sus logros.

- Izquierda Unida. Uno de los partidos (o coalición, en este caso) que más sube electoralmente y en representación. Todos los análisis resaltan esto. Pero...Sus resultados globales son casi el 7 % de los votos del Estado. A cambio obtienen once diputados (cinco menos que CiU, por ejemplo), lo que representa algo más del 3 % de los mismos. Si la proporción hubiera sido más adecuada, IU debería haber obtenido por lo menos 24 diputados. ¡24! Como vemos IU es uno de los partidos más castigados por la legislación electoral.

- Unión Progreso y Democracia. El partido de Rosa Díez es otro de los triunfadores de la noche electoral. Pasa de 1 a 5 diputados y podrá formar Grupo parlamentario propio. Pero este triunfo esconde (seguramente no para los integrantes de esta formación) un caramelo envenenado, porque UPyD ha conseguido nada menos que el voto de 1.140.000 de españoles. Casi el 4,70 % del total, para obtener a cambio 5 diputados. En realidad, con una proporción más adecuada, deberían haber conseguido alrededor de 16 diputados. Han sido claramente perjudicados por su empeño en ser un partido nacional ya que dejan de obtener 11 diputados que en justicia deberían corresponderles.

- Amaiur se presentaba por primera vez a unas elecciones y su triunfo ha sido incontestable. Ha ganado las elecciones en el País Vasco obteniendo más diputados que ninguna otra formación, que no más votos pues el PNV le gana en número de papeletas. En cómputo global sus más de 333.000 votos suponen el 1,37 % del total. A cambio, gana nada menos que 7 diputados, 2 más que UPyD, con casi 800.000 votos menos. En justicia representativa deberbería haberse quedado con 4, como máximo.

- EQUO. La formación liderada por Juantxo López de Uralde solo obtiene 1 diputado gracias a su alianza con Compromís en Valencia. Sin embargo, ha conseguido, pese a tener que contar con avales previos y habérsele impedido su participación en debates electorales y en anuncios en televisión, 215.000 votos en el territorio nacional. Una cifra nada desdeñable. Con esos resultados, al menos, debería haber obtenido 3 diputados más.

No quiero extenderme más en analizar una por una a todas las formaciones, solo poner de manifiesto la injusticia y la falta de representatividad de la legislación electoral española. Las Cortes Generales están formadas por el Congreso y por el Senado. Este último es la Cámara de representación territorial, donde supuestamente deberían estar representados los distintos territorios y Administraciones del Estado. Todos sabemos que ello no es así, por lo que se hace necesaria una reforma constitucional urgente que dé una nueva función a esta Cámara o la elimine para siempre. Si el Congreso es la Cámara que tiene la primacía política, ya que aprueba las leyes más importantes y es preeminente con respecto al Senado, si elige al Presidente del Gobierno y controla su actividad, aprueba los Presupuestos Generales del Estado, etc., ¿por qué la circunscripción electoral sigue siendo la Provincia? ¿Por qué no es circunscripción electoral todo el territorio nacional para que todos los votos de los ciudadanos valgan igual en cualquier parte, en cualquier urna en que se depositen? ¿Por qué es más fácil que un partido nacionalista que se presenta en un territorio concreto y reducido del Estado obtenga diputados que los consiga una coalición o partido que tiene arraigo en toda España y que aspira a representar a todos los ciudadanos con independencia del lugar donde residan?

Hay que hablar con claridad y explicar a la gente las consecuencias de este sistema representativo circuscrito a la Provincia en el que los que ganan se lo llevan todo y no queda nada para los segundos. El ejemplo lo voy a ilustrar con el caso de mi Provincia, Badajoz. En Badajoz se eligen 6 diputados, de los cuales 4 los ha conseguido el Partido Popular y 2 el Partido Socialista Obrero Español. Muy bien, pero ¿qué ocurre con los ciudadanos que depositaron su confianza en IU, UPyD, EQUO ocualesquiera de los otros partidos que se presentaban en Badajoz? Pues hay que decirles sin tapujos que han tirado su papeleta a la basura, literalmente. Su voto no ha sumado lo suficiente para ganar algún diputado por Badajoz y no va asumarse a otros depositados en, pongamos, Navarra o Cataluña o Asturias, para ayudar a conseguirlo. En definitiva, pierdes en Badajoz y lo pierdes todo.





martes, 8 de noviembre de 2011

El debate que yo vi


Pues por extraño que te parezca, a mí me decepcionaron menos de lo que yo pensaba. Puede ser que tuviera muy pocas esperanzas depositadas en estos dos candidatos o que mis expectativas sobre el nivel de debate fueran tan bajas que cualquier cosa me pareció decente. Eché de menos algunos temas (reforma constitucional, estado de las Autonomías...) y por otros pasaron de puntillas, como si no quisieran hacer ruido (¿por qué ninguna mención sobre lo que van a hacer en relación con ETA?). Me gustaría analizar por separado a los dos contendientes:

RAJOY: A un político yo le pido, entre otras muchas cosas, corazón. Lo que dice me tiene que llegar y me tiene que llegar porque veo que a ese político le sale de dentro estar ahí, luchando por nuestros derechos, por los ciudadanos, por los desfavorecidos, por los parados. ¿Dijo algo Rajoy con corazón? Nada en absoluto. Hasta cuando hablaba del desempleo y de la economía y nos endilgaba unos discursos insustanciales y sin compromiso tenía que leer en los papeles. Llevaba los mensajitos, no ya aprendidos, sino escritos por algún asesor que le movía los hilos por detrás. Parecía una marioneta, hasta sus gestos son de muñeco sostenido por un ventrílocuo (¿la CEOE? ¿Angela Merkel? ¿Sarkozy? ¿Todos ellos?). No nos dijo qué va a hacer, solo nos contó lo que ya sabíamos: que ahora lo principal es el paro, la economía...Faltaría más.

RUBALCABA: A diferencia de Rajoy tuvo más corazón y trató de conseguir un objetivo que no era sencillo del todo: quitar la máscara a su oponente. Le puso contra las cuerdas en varias ocasiones, le preguntó, le forzó a retratarse y siempre obtuvo la misma respuesta de Rajoy: el silencio. Quizá se excedió en su papel, pues es verdad que a veces parecía un periodista tratando de poner en aprietos a un entrevistado, pero yo comprendo esa actitud de Rubalcaba porque él, como yo y como muchos otros españoles, a fecha de hoy, a 13 días de las elecciones no sabemos qué va a hacer el PP cuando llegue al Gobierno. Hasta ahora no han destapado ninguna de sus medidas ocultas ni han explicado nada sobre su ambiguo programa. Van a llegar al poder (si es que llegan) sin haber aportado una sola propuesta con cierto detalle. Solo vaguedades. Eso tiene una ventaja claro: así no van a incumplir su programa. Porque no tienen.

EL DEBATE DEL 20N. ELECCIONES GENERALES.








Ayer, hubo debate electoral, al igual que 12 millones de espectadores lo estuve viendo. Personalmente, me defraudaron los dos. Rajoy, porque nada más hacía leer su guión, lo que traía escrito, no se salía de lo marcado por sus asesores.




Pero quizás, me defraudó más Rubalcaba, desde mi punto de vista, no presentó batalla, desde el primer momento le vi con un rol que no se correspondía en principio con el de candidato, me pareció más que había adquirido el rol de oposición desde un principio, parecía que estaba más en el congreso que en un debate televisado.




Con el transcurso del debate continuaba haciendo "publicidad" del programa electoral del PP, para mí un error, porque lógicamente Rubalcaba diría una cosa, que aunque pueda ser verdad, Rajoy diría lo contrario, ya que según Rubalcaba el programa es ambiguo, como si los demás programas electorales en un momento dado no lo fueran.




En fin, el final del debate me pareció muy digna, al fin al cabo, Merkel, Sarkozy, FMI, BCE y la UE ya nos han dicho lo que tenemos que hacer, SÍ o SÍ.




Lo que necesitamos es saber la verdad. Sólo y únicamente la verdad. ¿Tanto cuesta?




¿Quién gano? Creo que ganó Rajoy, porque Rubalcaba hizo el papel de oposición más que el de candidato, y si él mismo, no confía en sus posibilidades para ser Presidente, ¿cómo voy a confiar yo en él?

domingo, 30 de octubre de 2011

BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO. ¿SON PELIGROSAS?




Esta mañana se nos ha roto un bombilla de bajo consumo, al parecer no están exentas de riesgo para la salud.




Para no ser alarmista, ya que, nos encontramos en una sociedad que cada vez con más frecuencia, se nos incita al miedo, me gustaría conocer la opinión de aquellas personas que visitan este blog.




Me gustaría saber la opinión de algún experto independiente, pero una vez más es imposible.




He visitado algunas páginas de Internet, y me pregunto, ¿estoy haciendo lo correcto? En este mundo globalizado, cada día, tengo más ganas de aislarme del mudo.




Un abrazo para todos.








domingo, 23 de octubre de 2011

Día de niños y museo


Sábado por la mañana. Dos matrimonios amigos hemos decidido llevar a nuestros hijos a conocer algunos de los monumentos y lugares interesantes de Badajoz. Luce el sol, corre un suave aire muy agradable: la mañana de octubre promete ser muy interesante. Los niños, cinco en total, dos de dos años, uno de cuatro, otro de cinco y el mayor de ocho están muy emocionados. A los tres mayores, en sus colegios, les han hablado de los monumentos de su ciudad: la Alcazaba, la Torre de Espantaperros, la Plaza Alta, la Puerta de Palmas...Por fin va a conocer por su experiencia aquello que sus respectivas seños les han explicado en clase. ¿Qué significa Alcazaba, papá? Me pregunta mi hijo mayor, de cuatro años. Trato de explicarle. Pero lo mejor, le digo, es que la veas por ti mismo, ten un poco de paciencia (ya saben lo que es pedir paciencia a un niño).

Aparcamos los coches en el castillo. Empezamos por asomarnos a la Muralla para contemplar las magníficas vistas que el punto más alto de la ciudad nos ofrece. Hacia el noroeste brilla el Guadiana bajo la luz del sol. Si giras lentamente tu cabeza, hacia la izquierda, puedes ver una panorámica excelente de la ciudad, como un barrido cinematográfico, hasta que tus ojos se posan sobre la Plaza Alta, el antiguo zoco musulmán, restaurada, con la Torre de Espantaperros levantándose al fondo. Más a la izquierda el Museo Arqueológico de Badajoz. Uno de los padres propone: ¿¡y si vamos a visitar el Museo, chicos!? Sí, sí, responden. Están emocionados, todo les parece bien. Pues vamos, a vistarlo...

Craso error.

No sospechamos que una plácida y cultural mañana de sábado se va a estropear de repente. Ignorantes, nos dirigimos a la entrada del Museo. Antes de entrar, una de las madres alecciona a los niños:

- Vamos a entrar en un Museo, ¿vale? Es un sitio donde hay que tener cuidado, no se pueden tocar las cosas que hay expuestas, no hay que hacer ruido, no hay que correr. ¿De acuerdo?

Los niños asienten con la cabeza, pero están deseando entrar. ¿Qué se van a encontrar allí dentro? En la puerta ya percibimos miradas suspicaces, palabras no muy amables, poca receptividad, pero todo eso está todavía por debajo del nivel de la mala educación. No parecen muy contentos de que dos familias con cinco niños acudan a visitar el Museo. ¿Acaso creen que les vamos a romper una mañana de tranquilidad? Entramos y pasamos al patio de luz, que contiene algunos mosaicos romanos interesantes. Les explicamos a los niños cuál era la técnica que empleaban para confeccionarlos. Pasamos después al interior del edificio y a las distintas salas de exposición. Los cuidadores parecen contener la respiración, ni siquiera intentan disimular con una sonrisa forzada. Pares de ojos de empleados municipales nos siguen a todas partes. Tenemos una extraña sensación que las dos parejas comentaremos después, al salir del Museo. Una incomodidad difusa, una cierta hostilidad. Como si fuéramos juerguistas que se han colado en un acto oficial o en una boda a la que no han sido invitados. Subimos a las diferentes salas. Los niños no están en silencio, es difícil convencerlos, eso por descontado. Somos conscientes de que quizá haya personas a las que no les pueda gustar haber coincidido con nosotros. Es comprensible. Pero hay de todo, claro. Personas que contemplan los diferentes objetos arqueológicos o históricos sin que les importe lo más mínimo que haya dos o tres niños a su alrededor, aquellos que incluso sonríen sinceramente, pues les hacen gracia o son lo suficientemente simpáticos o empáticos como para parecer interesados en ellos. Vamos pasando por las diferentes salas con la inquietante y creciente sensación de que los vigilantes del Museo, no sé si todos pero sí la mayoría, tiene unas ganas enormes de que acabemos la visita y nos larguemos de allí para no volver jamás. Los dos pequeños se nos escapan y salen trotando por el parqué de unas de las salas. Lo que faltaba.

Por un momento me encuentro solo, sin ningún visitante más, en una de las salas, donde contemplo interesado puntas de flechas y otros objetos de la Edad de Piedra. Me empujan por detrás y casi me doy con la cabeza contra una de las vitrinas. Una mujer acaba de pasar detrás de mí. Me ha golpeado por la espalda y ni siquiera se ha dignado a disculparse. Pasa andando hacia el fondo como si yo no estuviera allí, como si fuera una de las estatuas romanas descabezadas de la entrada. Me giro y me doy cuenta que hay un metro y medio de pasillo a mi espalda, lo suficiente como para que aquella señora pasara holgadamente, a pesar de que se trata de una mujer regordeta, entrada en carnes, de amplias caderas.
Salgo de la sala y me reencuentro con el resto de mi familia y amigos. Los niños más pequeños siguen haciendo bastante ruido, tratamos de hacerlos callar. Al menos no tocan nada, en eso sí se han hecho caso al cien por cien. Entonces entra de nuevo la señora en la sala. Me fijo mejor en ella. Tiene el gesto airado, ofendido, cierta displicencia en el rictus de su boca. Camina como una estrella de cine cuyos mejores años mucho tiempo atrás quedaron. Se esconde tras unas gafas de sol oscuras. Por su forma de actuar, casi podría pensarse que el Museo es de su propiedad. Su marido, un tipo espigado, camina detrás, resignado, con la cabeza inclinada bajo el peso de una enorme cámara con teleobjetivo. En un momento dado, la señora hace un gesto teatral, sin dirigirlo a nadie en particular, pero lo suficientemente estudiado como para que nos demos por aludidos.

- ¡¡Por favor, vámonos!! ¡¡Vámonos!! -y hace un gesto con la mano, como si apartara nubes de moscas delante de su cara y desaparece al fondo de la sala, seguida por su marido, al que le ha dado un papel demasiado secundario en su escena cumbre -.

Enseguida, el cuidador de aquella sala se abalanza sobre nosotros (y esto no es una frase hecha, lo juro).

- ¡Ya está bien, hombre! -dice destemplado, exagerando un tanto su personaje-. ¡Estáis echando a la gente del Museo!-.

Nos callamos y nos vamos. Los niños ni se enteran del altercado. Recorremos las salas de nuevo, pero esta vez solo nos fijamos en los carteles de color verde pálido donde dice "SALIDA". Al vernos pasar, una de las cuidadoras nos sonríe, está vez sinceramente. Salimos a la calle, la mañana sigue resplandeciente, todavía nos queda mucho por ver porque vamos a los jardines que hay tras Espantaperros y después a la Puerta de Palmas. Pero tenemos la sensación de que hemos pasado un mal rato, de que una actividad que debería ser lúdica y a la vez provechosa se ha convertido en un mal trago, en una situación desagradable e incómoda. Nos vamos con la incómoda idea de que nos han querdio hacer sentir culpabilidad, como si los niños hubiesen hecho algo muy grave.

¿Estábamos echando a la gente del Museo? Bueno, debo decir que si nos cruzamos con diez visitantes en todo el tiempo que estuvimos allí quizá esté exagerando. Y por supuesto, niños solo vimos a los nuestros. ¿No queremos acercar los Museos a los niños? ¿No queremos que sepan desde pequeños que un Museo puede ser un lugar interesante, donde pueden verse cosas excitantes y a la vez aprender? ¿Aprender disfrutando, que es como realmente se aprende y no se olvida? Así, con esa actitud envarada y solemne, desde luego no lo van a conseguir. Así se expulsa (literalmente) a la gente de los museos, de ciertos museos. Así nos echaron a nosotros para quizá nunca volver.

La foto es de esa misma mañana, un rato antes del altercado. Así estaba una mañana de octubre el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, en los momentos previos a que nuestros niños echaran al numeroso público asistente.



NUEVA ÉPOCA.

A partir de ahora comenzamos una nueva época de este blog, donde el amigo Quique podrá escribir y decir lo que piensa y pensar lo que quiere escribir.

Esperemos que os guste.

Un abrazo para todos.

martes, 5 de enero de 2010

NOCHE DE REYES.


Ya llegan los Reyes Magos de Oriente cargados de regalos y de ilusión en esta noche donde los más pequeños viven su día más intenso, nervios, ilusión..., es curioso como disfrutan viendo la cabalgata, como se acuestan impacientes porque lleguen sus majestades, llenos de preguntas y dudas, que solo el paso del tiempo se encargará de resolver y mostrar cual es la realidad.
Que triste es cuando llega ese día en el que conoces la verdad de esta Noche Mágica, al principio del descubrimiento te sientes mayor, como si hubieses dado un salto cualitativo y cuantitativo sobre todos aquellos que aún creen.
Pasa el tiempo, te casas, o no, tienes hijos o hijas, y te empeñas en contarles y repetirles hasta la saciedad que los Reyes Magos existen y que si han sido buenos a lo largo del año les traerán todo aquellos que ellos hayan pedido.
Quizás, tratemos los adultos revivir aquellos días de nuestra niñez en los cuales nos acostábamos con ilusión y con nervios en esta noche tan especial y por eso nos empeñamos en comprar todo los que nos piden, con tal de ver al día siguiente sus caras de sorpresa ante los regalos, los vasos y platos vacíos que los niños han dejado para que los Reyes y sus camellos repusieran fuerzas y continuaran con su larga y dura tarea.
Sea lo que sea o fuere, lo cierto, ES QUE ESTE DÍA PERTENECE A LOS MÁS PEQUEÑOS.

jueves, 31 de diciembre de 2009

jueves, 24 de diciembre de 2009